Con el fin de explorar nuevas alternativas que eliminen la monotonía en la intimidad muchos hombres y mujeres buscan una alternativa que antes solía ser un tabú: el sexo anal.
Si bien esta práctica solía asociarse al mundo de la pornografía y relaciones homosexuales, hoy es algo muy común, tratado a veces con humor y otras veces con recato pues no todos son partidarios de esta faceta de la vida sexual.
Pero, ¿es necesario hablar de este tema? Sí, pues tal vez tu pareja desee experimentar en este campo o lo disfrute mientras tu mantienes tus reservas, o viceversa.
Por ello, hoy queremos darte algunas recomendaciones para que puedas disfrutar plenamente de esta alternativa al sexo tradicional, o al menos considerarlas antes de dar una respuesta negativa.
¿Se puede disfrutar?
Aunque parece un acto doloroso y humillante, nacido la idea de un degenerado, el sexo anal en realidad abre las puertas a nuevas sensaciones y placeres.
Al aprovechar la estimulación que la penetración ejerce en los cientos de nervios que se encuentran en el ano, y la estrechez propia de este, ambos amantes pueden disfrutar una experiencia diferente pero igual de placentera.
Claro, una cosa es explorar la sexualidad de ambos de forma responsable, y otra lanzarse sin ningún tipo de preparación, por ello te daremos algunos consejos.
¿Qué debes saber?
Lo primero que debes tomar en cuenta es que ambos deben estar de acuerdo en practicarlo. Debes ser muy honesto con tu pareja y hablar de lo que quieres hacer y lo que puedes o no tolerar, en especial en el caso de la mujer ya que en un principio puede ser algo incómodo.
En segundo lugar, la higiene es primordial si quieres disfrutar del sexo anal de forma plena. Debido al tipo de zona, muchos tienen sus reservas, sin embargo, con una buena higiene de ambas partes, no habrán situaciones incómodas o desagradables.
Luego de esto viene la práctica, y tu mejor aliado es el lubricante. Al no haber lubricación de forma natural debes proporcionarla tú para evitar hacer daño a tu pareja y que la penetración sea más sencilla y nada molesta.
Evita las cremas corporales y los aceite de bebés ya que irritan la zona y hace muy incómodo el proceso. Lo mejor es que adquieras un lubricante que tenga como base silicona.
Utiliza juguetes para incrementar el morbo y facilitar la penetración. Además, son excelentes para experimentar con tu pareja y explorar mutuamente sus gustos. Al lograr esto verás que poco a poco se dan las circunstancias y disfrutarán de otra faceta de su sexualidad como se debe, en confianza y sin reservas.